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En busca de la cascada pérdida de Montenegro

Por María Isabel Meza Vélez

 

Escondida entre los guaduales, habita una gracia de la naturaleza. Un lugar para descubrir y purificarse.

 

Un gigante de agua, de aproximadamente 25 metros se erige poderoso entre las rocosas montañas del Emporio Cafetero de Colombia. Camuflada se derrama en borbotones de aguas claras que caen profusas sobre rocas suaves, abrigadas por el musgo propio de las selvas húmedas.

Caminantes desprevenidos no se imaginan que entre los guaduales, bajando un poco la montaña, encontrarán la playa que los llevará a bañarse bajo la purificadora fuerza de la cascada perdida de Montenegro, escondida solo para los que no se atreven a ir más allá.

Una paleta de diversidad de verdes tonalidades, espléndidos paisajes repletos de cafetales, aves e insectos de colores y abrazos de los altos pastizales, podrá disfrutar el caminante a su paso, hacía este mágico lugar.

Construcciones que aún preservan la arquitectura colonial y obras esculpidas en la montaña, son el preludio del viaje.


 

 

Viaje Cascada perdida de Montenegro.

Recorrido: Armenia – Montenegro. 

Duración: 40 minutos aproximadamente.

Costo: $0.

 

Recorrido

 

1. Se aborda un bus en el parque Cafetero o en la terminal de transportes de la ciudad de Armenia, rumbo a Montenegro. Al llegar al municipio, se debe solicitar al conductor una parada cerca al parque central, sitio desde el cual comenzará la travesía hacía la cascada perdida.

 

2. Desde el parque principal se inicia el recorrido a pie, tomando la carrera quinta hasta llegar al instituto Montenegro o a la estación de bomberos —salida hacía el municipio de Circasia—. Se puede identificar en este punto como referente, la obra de barranquismo de la mencionada institución educativa.

 

3. Continúa el camino derecho hasta la escuela Gran Colombia, allí se busca a mano izquierda una entrada de guadua y alambre, y se ingresa.

 

4. Posteriormente, durante 15 minutos aproximadamente, se sigue el sendero que han formado los caminantes, pasando por la planta de tratamiento de agua de Montenegro y bajando un barranco que conduce a la playita bordeada por el río Roble que desemboca en el río De La Vieja. Pese a la belleza del entorno, es menester mencionar que dicha playa se encuentra en gran estado de contaminación debido a basuras arrojadas posiblemente por algunos visitantes, o arrastradas por la corriente en época de lluvias.

 

En tiempo seco, el río tiene una profundidad de 1.80 a 2 metros. Se puede cruzar con relativa facilidad y seguridad. No obstante se recomienda abstenerse de nadar en él, en invierno.

 

Recomendaciones
Aplicarse bloqueador solar. Utilizar, zapatos tipo trekking con suela antideslizante, ropa cómoda que cubra toda la piel para protegerse de las picaduras de insectos y gorra para cubrirse del sol. Llevar un morral pequeño con lo necesario, entre ello, agua, repelente y fiambre. 

Tips ecológicos
Llevar una bolsa para contribuir a la limpieza del lugar, recogiendo las basuras. Generar el menor daño en el ecosistema, evitando fumar o hacer fogatas.

Atracciones
Vivir el ritual que ofrece bañarse bajo el torrente de agua que brota de la cascada, sentir el masaje que brinda en cada músculo del cuerpo, sanando malestares, recargando de energía. Los viajeros podrán disfrutar de un almuerzo en la playa sobre arenas blandas y tibias y los más avezados podrán lanzarse de la peña.


 

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